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@atlantyus-web
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Al final por mucho que uno se pueda hacer el tonto, observo y analizo por naturaleza, de eso poco se me gana, lo único que lo tenía desactivado y dejado de lado estando contigo. Y ahora soy el Raúl de siempre no el de antes. Y mi pensar es no malgastes tu energía en quien convierte tu consejo en burla, tu verdad en agresión y tu buena intención en un supuesto problema. Porque hay mentes que no quieren entender, quieren resistirse. No dialogan, defienden su miseria como patrimonio personal.

No debaten, se atrincheran en su ignorancia. Y cuando les hablas con claridad, lo llaman ataque, porque la luz siempre molesta al que aprendió a vivir en sombra. Yo no estoy hablando desde arrogancia, estoy hablando desde conciencia.

Pero no oyen con inteligencia, oyen con el ego inflamado y el orgullo lleno de grietas. Y cuidado, no porque se burlen significa que no entendieron. Muchas veces entienden perfectamente, pero no soportan verse reflejados en alguien que avanzó, donde ellos se quedaron varados.

Lo mejor no gastar palabras en quien confunde argumentos con ofensa y corrección con humillación. Porque hay personas que no quieren crecer, quieren tener razón, aunque se hundan con ella. No voy a explicar lo obvio a quien sobrevive de malinterpretar.

No voy insistir con quien se alimenta del conflicto como parásito emocional. No discutire con quien convierte la razón en un ring para su inseguridad. Mi energía no es un vertedero para frustrados. Tu mente no es un hospital para egos terminales. Mi tiempo no es terreno para juegos de quien no se gobierna ni a sí mismo.

Quien quiere entender, escucha sin arder. Quien quiere crecer, pregunta, no ataca. Quien tiene carácter, no se ofende con la verdad. Los demás seguirán llamando a arrogancia a todo lo que les recuerda su propia falta de disciplina.

Al final no estoy aquí para convencer. Estoy aquí para avanzar. Y al que no le guste eso en un relación, es necio en engañar no busca ir a más, lo mejor es que se hace un gran favor al apartarse.

Piensas que me pudiste engañar en muchas cosas y ocasiones, pero uno mira y calla y mirará para otro sitio. No te pienses que el que se hace el tonto, no es despistado, está despierto y algunos vemos más que lo que nos podemos imaginar.

Al final  por mucho que uno  se pueda hacer el tonto, observo y analizo por naturaleza, de eso poco se me gana, lo único que lo tenía desactivado y dejado de lado estando contigo. Y ahora soy el Raúl de siempre no el de antes. Y mi pensar es  no malgastes tu energía en quien convierte tu consejo en burla, tu verdad en agresión y tu buena intención en un supuesto problema. Porque hay mentes que no quieren entender, quieren resistirse. No dialogan, defienden su miseria como patrimonio personal.

No debaten, se atrincheran en su ignorancia. Y cuando les hablas con claridad, lo llaman ataque, porque la luz siempre molesta al que aprendió a vivir en sombra. Yo no estoy hablando desde arrogancia, estoy hablando desde conciencia.

Pero no oyen con inteligencia, oyen con el ego inflamado y el orgullo lleno de grietas. Y cuidado, no porque se burlen significa que no entendieron. Muchas veces entienden perfectamente, pero no soportan verse reflejados en alguien que avanzó, donde ellos se quedaron varados.

Lo mejor  no gastar palabras en quien confunde argumentos con ofensa y corrección con humillación. Porque hay personas que no quieren crecer, quieren tener razón, aunque se hundan con ella. No  voy a explicar  lo obvio a quien sobrevive de malinterpretar.

No voy insistir con quien se alimenta del conflicto como parásito emocional. No discutire con quien convierte la razón en un ring para su inseguridad. Mi energía no es un vertedero para frustrados. Tu mente no es un hospital para egos terminales. Mi tiempo no es terreno para juegos de quien no se gobierna ni a sí mismo.

Quien quiere entender, escucha sin arder. Quien quiere crecer, pregunta, no ataca. Quien tiene carácter, no se ofende con la verdad. Los demás seguirán llamando a arrogancia a todo lo que les recuerda su propia falta de disciplina.

Al final no estoy aquí para convencer. Estoy aquí para avanzar. Y al que no le guste eso en un relación, es necio en engañar no busca ir a más, lo mejor es que se hace un gran favor al apartarse.

Piensas que me pudiste engañar en muchas cosas y ocasiones, pero uno mira y calla y mirará para otro sitio. No te pienses que el que se hace el tonto, no es despistado, está despierto y algunos vemos más que lo que nos podemos imaginar.
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